Uno de los secretos mejor guardados de la popular cocina asiática es cómo hacer miso. Se trata de un condimento muy importante para los amantes de este tipo de comida y tiene algunos detalles que te sorprenderán. A continuación, te cuento algunos de ellos.
Todos los amantes de la cocina asática hemos oído hablar del miso y lo hemos probado. Pero quizá no todos nos hayamos planteado cómo hacer miso en casa. Antes de conocer lo que necesitamos para elaborarlo, dejo unas líneas para explicar lo que es a aquéllos que no lo conozcan.
Qué es el miso.
El miso es un condimento muy utilizado en toda la cocina asiática, sobre todo en la japonesa. Se trata de una pasta aromatizante, elaborada con el hongo koji fermentado con sal marina y habas de soja y/o cereales. En la actualidad, su consumo se debe, sobre todo, a la tradición y el sabor; pero durante siglos se consideró un alimento con poderes curativos en China y Japón.
Según el tiempo de fermentación, se pueden obtener diferentes tipos de miso con distintas intensidades de sabor:
– Miso blanco o Shiro miso. El de sabor más suave y fermentación más corta, de alrededor de un año.
– Miso rojo o Aka miso. Fermantación de unos dos años y sabor más fuerte que el anterior.
– Miso negro o Kuro miso. Es el de fermentación más larga (3 años) y de sabor más intenso.
– Hatcho miso. Variedad más concentrada. No lleva ningún tipo de grano añadido.
Cómo hacer miso.
Para hacer miso en casa tendremos que hacer la fermentación de los diferentes ingredientes citados anteriormente. Como en cada receta que elaboramos es importante la calidad de los ingredientes, la limpieza y los utensilios adecuados. Con estos tres puntos claros y un poco de paciencia seguro que obtendremos un buen miso.
Los pasos a seguir son: elegir el tipo de miso que vamos a elaborar; comprar los ingredientes, decidir el tiempo de fermentación; preparar la soja; preparar la mezcla y el fermentador; y controlar el proceso hasta el final. Los ingredientes necesarios para hacer miso son: habas de soja enteras y secas, koji, sal marina, agua, semilla miso (opcional) y tané mizu.
En Japón es muy habitual preparar el miso casero, y poco a poco también se está extendiendo a otras partes del mundo. Eso sí, se trata de un proceso largo, y si queremos preparar una buena comida asiática en casa, existen otras opciones. Podemos, por ejemplo, centrarnos en preparar un buen sushi, para el cual no necesitamos tanto tiempo, y adquirir el miso en especialistas en productos asiáticos.
El especialista de confianza al que suelo recurrir yo es Oriental Market, donde encuentro todos los productos necesarios para mis recetas asiáticas. Y en cuanto al miso, no es distinto, puedes encontrar las principales variedades y con unos clics tenerlas rápidamente en casa.
De esta forma, cuando invito a mis amigos a casa, agilizo trabajo y quedan igualmente impresionados. 🙂