¡Guau! Hace ya más de dos años que visité Savas Bar en Madrid y aún no había publicado aquí mi experiencia aquella tarde de mayo. Se trata, sin duda, de una de las coctelerías más auténticas que podemos encontrar en la capital de España. En definitiva, un bar de culto por muchos motivos que verás a continuación, de esos lugares que debes tener en tu lista de favoritos.
Savas Bar: qué te vas a encontrar.
Lavapiés, ese barrio madrileño donde te encontrarás con gente de cualquier cultura que puedas imaginar en este mundo. Allí, en la calle de la sombrerería es donde se ubica Savas Bar.
Si el exterior de madera te llama la atención, ¡espera a entrar! Una vez en el local, tendrás la sensación de haberte trasladado a cualquier país centro europeo o a la mismísima Lituania, país de origen de los dueños, Gintas y Dovi. Todo está revestido en azulejo blanco, lo que me recuerda a otro tipo de establecimientos, terminado con algunos detalles en rojo y gris metalizado. Un local de aspecto sencillo, pero en el que te encuentras muy cómodo nada más entrar.
El mostrador de bebidas detrás de la barra no es el más espectacular que verás en tu vida, pero tiene todo lo que necesita. Puedes optar por sentarte en la barra, en algunas de las mesas altas o irte a la sala interior para más intimidad.
Como suele ocurrir en estos sitios, si te sientas en la barra, tendrás la posibilidad de ver las preparaciones in situ y de charlar con Gintas en los cortos descansos que tiene entre cóctel y cóctel.
Cómo son los cócteles y el servicio que ofrecen Gintas y Dovi.
Podríamos definir los cócteles de Savas Bar como una reinterpretación de la coctelería clásica. ¿Qué quiere decir esto? Que Gintas, el maestro detrás de la barra, coge recetas de cócteles clásicos, como el Negroni, Bloody Mary, Tom Collins o Bourbon Smash, y las ejecuta creando otra versión con diferentes medidas, ingredientes novedosos o técnicas alejadas de la mixología contemporánea.
Uno de los detalles que me llamó la atención es que utiliza azúcar en lugar de sirope como se usa en la mayoría de coctelerías de hoy en día. Podríamos decir que Gintas hace cócteles a la antigua usanza, old fashioned.
Interesante, ¿verdad? En Savas Bar disfrutarás de los conocidos cócteles clásicos con el toque personal del barman. La carta no es muy extensa y se habrá actualizado desde mi visita, pero se pueden encontrar cócteles variados para satisfacer todo tipo de preferencias y momentos. Por ejemplo, podrás pedir un fantástico Negroni Nórdico, elaborado con vodka de arándano rojo y akvavit (destilado escandinavo), un sorprendente White Russian hecho con Pimms nº1, Amaro Averna y Bourbon o el Bloody Mary con Sriracha, soja, y rábano picante.
Además de estas reinterpretaciones, también podemos probar algunos excelentes cócteles propios, como el Polski Fizz, el Smoky Sour o el Masala Gin Fizz. Gintas juega en todos ellos con ingredientes atípicos para sorprender al ávido visitante.
Mi experiencia en la coctelería.
Era un sábado caluroso de la primavera madrileña. Como suele ser habitual, la mayoría de la gente de la ciudad se encontraba disfrutando del fin de semana en alguna de las múltiples terrazas de la ciudad.
Llegamos a Savas a las 17:00h. Fuimos recibidos amablemente por Dovi, que nos dio a elegir entre sentarnos en la barra o en la sala interior. Después, nos sirvió agua de Madrid y nos facilitó el menú.
A esa hora se podía elegir entre varias ubicaciones en el bar, pero poco tiempo después ya estaba totalmente lleno. Gente del barrio, conocidos que estaban de paso y turistas que iban yendo y viniendo para disfrutar de unos buenos tragos. Aunque hay gustos para todo, ya que hubo una pareja que tras ver el menú salió del bar sin pedir nada.
Nuestra elección de la tarde incluyó un Negroni nórdico, un Smoky Sour y un Bourbon Smash. Aunque son cócteles para diferentes ocasiones, todos estaban muy bien ejecutados y cumplían con creces nuestras expectativas a esas horas de la tarde.
El Bourbon Smash es un trago super refrescante y cítrico, una sabrosa mezcla entre un Mojito y un Julep. El Smoky Sour era un fantástico Whiskey Sour hecho con lima y sirope de té Lapsang. El Negroni nórdico era quizá el cóctel menos sorprendente, pero no por ello menos recomendable. Además, todos los tragos iban acompañados de galletitas saladas.
El ambiente era muy bueno. Poco ruidoso para todo lo que conversaba la gente. Parecía que nos habíamos trasladado veinte años atrás, donde los móviles eran secundarios. La verdad es que invitaba a alargar la tarde lo máximo posible.
Valoración de Savas Bar Madrid.
Realmente le tenía muchas ganas a Savas Bar y con mi visita cumplí un objetivo. ¿Sinceramente? Me llevé una sorpresa al ver el menú, porque quizá me esperaba otra forma de trabajar y otros tragos, pero no defraudó en absoluto.
Savas Bar es totalmente distinto a las famosísimas coctelerías o bares que podemos encontrarnos en Madrid, Barcelona u otras partes de Europa. Los dueños son gente sencilla, trabajadora y cercana con la gente. Han aportado su toque personal y un aire fresco a la tan saturada industria de los bares de cócteles. Y todo ello, con un precio medio por cóctel inferior a la media en la competencia. No cabe duda, ¡volveremos!
