Envasar los alimentos al vacío es la mejor forma de conservar intactas sus propiedades. Aún así, la mayoría de las personas suelen congelar los alimentos con el fin de que no se dañen, pero en realidad, no saben que no se puede hacer con todos. No hay nada peor que tener que echar a la basura alguna comida que se ha dañado. Y, aunque los refrigeradores han sido diseñados para mantener en buen estado los alimentos, al pasar un tiempo determinado, se dañan sin ningún remedio.
¿Cómo envasar los alimentos al vacío?
Se ha visto siempre con gran preocupación buscar la manera de que las verduras, frutas, carnes y otras comidas se mantengan en perfecto estado sin que pierdan sus propiedades. Y, al pasar los años, se han desarrollado diferentes productos para conservar alimentos, además de otros métodos que ayudan a lograrlo, tales como la deshidratación, la congelación, el ahumado, entre otros.
Ahora bien, el método de conservación al vacío es uno de los que más ayuda en este proceso, haciendo que esos alimentos puedan vivir más tiempo, sin que pierdan sus vitaminas y propiedades nutricionales.
Si se va a triturar dentro de una jarra trituradora sin que haya aire, se conseguirá un batido homogéneo que, además, no se oxidará porque le falta oxígeno. Por esta razón, al tratar de conservarlos al vacío pueden conseguirse los siguientes efectos:
1. No proliferan los microorganismos: lo que causa un retraso en la descomposición por bacterias y hongos.
2. La degradación enzimática se retrasa: de esta manera no se produce la oxidación de grasas o de las vitaminas.
3. No se produce el pardeamiento de los hidratos de carbono.
Se puede decir entonces que se trata de un método muy versátil, ya que pueden pasar por él todos los tipos de alimentos, los crudos o los cocinados, tales como: verduras, legumbres, pescados, carnes, queso, frutas, pan, bizcochos, galletas, hierbas aromáticas, café, etc. También los que son por su forma y textura como: los trozos, loncheados, purés, sólidos enteros y hasta líquidos.
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¿Cómo envasar al vacío comida preparada?
Una cosa es envasar los alimentos crudos y otra es los que ya están cocinados. En esto no hay ningún secreto ni nada del otro mundo, es un proceso bastante sencillo que se podrá lograr rápidamente:
1. Tener una envasadora de buena calidad: contar con este utensilio va a garantizar la perfecta conservación de la comida.
2. La bolsa debe ser lo suficientemente grande: que tenga la capacidad de almacenar la comida preparada.
3. Dejar reposar la comida antes de envasarla: es lo ideal, para que el plástico de la bolsa no se vea afectado. Así que, lo mejor será dejar que se enfríe durante unos minutos. Esto también ayudará a la mejor conservación y a evitar que se produzcan bacterias.
4. Introducir el alimento en la bolsa: después se conecta la máquina para realizar el vaciado y listo.
Prolongar la conservación de los alimentos.
Como ya puedes saber, esto se logra al extraer todo el aire del envase en donde se van a almacenar las comidas, así se alarga considerablemente su vida:
– La conservación en la nevera: el queso se puede mantener hasta 8 meses cuando, por lo general se mantiene solamente 2 semanas; las verduras duran 2 semanas, cuando en realidad duran de 2 a 3 días; y las frutas se mantienen en perfectas condiciones hasta unas 2 semanas.
– Mediante la congelación: normalmente duran hasta 6 meses, pero si se compara con este método pueden llegar a durar unos 3 años aproximadamente.
– Conserva los frutos secos, alimentos deshidratados y crujientes: se mantienen perfectamente, así como también los panes y comidas de pastelería.
– Envasar al vacío: ayuda a mantener las legumbres evitando que envejezcan.
– Los alimentos líquidos como aceite, batidos y jugos: se envasan al vacío para evitar que se estropeen o se oxiden.
Ventajas de la conservación al vacío.
Ya se sabe que, la principal ventaja es que los alimentos se conservan por más tiempo de lo normal. Pero, en realidad, este método de conservación, aporta otra gran cantidad de ventajas entre las que se encuentran:
1. Los alimentos no pierden color, olor y sabor: manteniendo perfectamente todas sus características organolépticas y sus nutrientes.
2. Mantienen firmeza y textura: esto sucede en los alimentos húmedos como la carne, el pescado, los quesos, las verduras, etc. Mientras que las galletas se pueden mantener muy crujientes.
3. Permite el ahorro de dinero: esto quiere decir que, la compra se hace en grandes cantidades y se almacena con este método, evitando así estar comprando cada poco tiempo.
4. Ahorro de tiempo en la cocina: se hace en grandes cantidades y se envasa en pequeñas porciones.
5. No se desperdicia la comida: lo que sobra, simplemente se envasa y se conserva perfectamente.
6. Se pueden adobar alimentos: así como las carnes y pescados que estén frescos, con especias, limón y otros, antes de someterlos al vacío.
Asimismo, es fundamental saber que aquellas comidas que han sido envasadas al vacío también se pueden congelar, teniendo como ventajas:
1. Se protegen en las mejores condiciones durante años: sin que se quemen o se debiliten por la escarcha de hielo con congelación.
2. No produce pérdida de peso: lo que, si suele ocurrir en la congelación normal, pues, mientras está al vacío, es imposible que el alimento pueda sufrir una deshidratación.
3. Conservación de los sabores: una comida que esté en un envase al vacío no se contaminará con los olores de otros alimentos que se encuentren en el mismo lugar, lo que quiere decir que conservará su sabor intacto.
4. Ahorro de espacio: dentro del congelador, se mantiene un orden al estar organizados dentro del envase, lo que permite tener más espacio libre para otros.
¿Cuáles alimentos no se pueden envasar al vacío?
No todos los alimentos se pueden envasar al vacío y, por ello, es necesario saber cuáles son y por qué, pues, esto evitará posibles desperdicios de comida. Por ejemplo, las setas y otros vegetales como el brócoli, el coliflor, las coles de Bruselas y afines, no se pueden someter a este método.
Esto es porque ellos desprenden gases al pasar el tiempo, por lo tanto, lo más aconsejable es tomar otra manera de hacerlo. Una de ellas es cortar esos vegetales en trozos y sumergirlos en agua hirviendo por un tiempo aproximado de 3 minutos, con el fin de suspender la acción enzimática y así evitar que se pudran al pasar un determinado tiempo.
Una vez pasado este tiempo, se deben sacar los vegetales hirviendo e introducirlos ahora en agua bien fría, preferiblemente con hielo hasta que estén completamente fríos.