Esta semana, en nuestro habitual artículo sobre verduras y hortalizas de Almería, hablaremos sobre las propiedades del calabacín. Conoceremos mejor su historia y origen, sus características y beneficios para la salud.
¿Empezamos?
Historia y origen del calabacín.
El calabacín o cucurbita pepo es una de las verduras más antiguas que se conocen. Sus primeros restos fueron hallados en México, allá por el año 8000 a.C. Por tanto, es una verdura originaria del sur de América del Norte y de Mesoamérica. A partir del año 1492 se introdujo en Europa. Hoy en día, se cultiva en prácticamente todo el mundo. Esta hortaliza es una de las más cultivadas también en Almería, por lo que es una habitual de las subastas agrícolas de la provincia.
En la gastronomía e sun alimento muy versátil, ya que se puede usar en diferentes tipos de recetas. Se suele consumir normalmente cocinada, ya sea al vapor, cocida, a la plancha o en salteados. También tiene muy buen sabor frita o en risottos, e incluso en repostería. Los bizcochos y otras elaboraciones dulces quedan genial gracias a su dulzor.
Composición del calabacín.
Aquí llama la atención su bajísimo aporte calórico y su alto porcentaje de agua. Alrededor del 96% de cada 100 gramos de esta verdura corresponde a este elemento. Además, más de un 2% de la composición del calabacín corresponde a hidratos de carbono, de los que una cuarta parte son fibra. Por tanto, es una verdura muy recomendada en la dieta equilibrada y usada para combatir problemas intestinales.
En el apartado de minerales, nos encontramos sobre todo con un alto contenido de potasio. Y también presenta buenos aportes de calcio y fósforo.
Por otro lado, como es una hortaliza rica en betacarotenos, es una excepcional fuente de vitamina A. Además, nos aporta la cuarta parte de las necesidades diarias de vitamina C con sólo 110 gramos consumidos. No podemos olvidar tampoco la presencia de la vitamina B3.
Propiedades del calabacín.
El calabacín es muy rico en Omega 3 y se considera muy importante para evitar accidentes cardiovasculares. Fortalece la salud de nuestros ojos. Nos ayuda también a controlar el colesterol. Nos hace mejorar en la retención de líquidos y en el tránsito intestinal. Además, se considera también que esta hortaliza es beneficiosa para el tratamiento de problemas como la artritis o cistitis.
Teniendo ahora mucho más claro todas la propiedades del calabacín, seguro que ahora muchos nos animaremos a incluir más a menudo esta hortaliza en nuestra dieta. Bien sea comiéndola como producto fresco en ensaladas, como verdura cocida, en cremas y purés o incluso rebozada, ésta última con mayor aporte calórico.
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